La profusión de servicios en los móviles en la actualidad hace que sean complicados en su manejo, y que gran parte de su funcionalidad pase desapercibida para el propietario. Además, suelen ser frágiles, rompiéndose al menor roce, desconfigurándose, o similar.
El Nokia 1800 es extremadamente sencillo: no tiene cámara, ni capacidad WAP, ni demás historias: simplemente sirve para llamar por teléfono y para SMS. Lo mejor que tiene, aparte de su sencillez de manejo, es que es muy muy robusto: he perdido la cuenta de las caídas y los golpes, y sigue funcionando como el primer día; y ya llevo con él siete años. He usado otros terminales, pero este es el que más 'aguanta'.
Quizá mi caso sea especial, porque yo creo que un móvil tiene una función clara que es llamar por teléfono, y el resto casi me sobra; pero para esa función, 'me va de lujo'.